«El Tai Chi es una antigua práctica de arte marcial para desarrollar la meditación en movimiento. Meditar es estar en un estado neutro, de tranquilidad en cada instante del tiempo presente. En ese estado, unimos cuerpo, mente y corazón en conexión profunda con lo que somos realmente, con nuestra esencia. De allí que es una práctica espiritual», con estas palabras de la instructora Vivian Leisersohn nos sumergimos en el mundo de esta disciplina que entrega bienestar y calma.
¿Cómo el Tai Chi ayuda al bienestar del cuerpo/mente?
VL: «Como la práctica consiste en realizar distintos movimientos lentos, encadenados, en una secuencia armónica, equilibra nuestra energía y calma la mente. Tai es ‘lo más grande’, Chi es ‘energía’. Nos conectamos con la energía de lo más grande, entre el Cielo (yang) y la Tierra ( Yin). Se le traduce también como el Desarrollo de lo Esencial Supremo».
«El camino del aprendizaje de la Forma (serie de movimientos) no tiene fin. Una vez que aprendemos su estructura, vamos desarrollando permanentemente cada detalle de los movimientos, recorriendo el flujo del Chi. Este proceso nos regala la maravilla del desarrollo de la conciencia y de experimentar el yin yang en nuestro cuerpo, en el presente».
«Algunos beneficios del Tai Chi tienen relación con el fortalecimiento de las piernas, muy importante para mantener las espalda derecha y firme, desarrolla la coordinación, la auto observación, las conexiones neuronales, la conciencia, el equilibrio de la energía. También es importante mencionar el trabajo profundo que ocurre a nivel cerebral, al practicar la forma o serie de movimientos conscientes, lo que se va profundizando a medida que se practica de forma seria y comprometida. Muy importante es su aporte al bienestar global de la persona».
¿Hace cuánto tiempo comenzó a practicar esta disciplina?
VL: «Comencé a aprender y practicar Tai Chi el año 1984, con Arturo Venegas, mi primer maestro, que hace poco tiempo partió de este plano y quien me inició en este camino que nunca más dejé, y que me ha acompañado por casi 40 años. Me formó como instructora, por lo que desde entonces doy clases. Luego, tuve la gran alegría de encontrarme con la Escuela de Tai Chi y Chi Kung Clásico, de la maestra Trinidad Fariña, el 2011. Desde entonces, soy su discípula y es allí donde recibí la certificación como instructora».

¿Cree que vivir cerca del mar mejora la calidad de vida y bienestar de los seres humanos?
VL: «Vivir cerca del mar…. mejora la calidad de vida, siempre y cuando no sea un lugar contaminado. Me gustaría mencionar que en cualquier lugar en el que estemos cerca, o en la naturaleza, nos va a provocar más bienestar para nuestra salud física y mental, disminuyendo el famoso estrés. Sin embargo, lo que realmente ayuda a conectarnos con ese bien – estar, y disminuir el estrés- es nuestra propia voluntad de hacerlo. Podemos ser desdichados en un hermoso pueblo costero, o felices en una gran ciudad. Yo he elegido vivir en una ciudad pequeña, y cerca del mar, porque siempre quise hacerlo, porque siempre el mar fue algo central en mi vida, desde pequeña, y logré cumplir ese sueño.
Y claro, he mejorado mi calidad de vida».
¿Cuándo deberíamos acercarnos al Tai Chi?
VL: «No puedo decir cuándo deberíamos acercarnos al Tai Chi. Quienes lo hacen, es porque en algún momento supieron de qué se trata, vieron imágenes, videos que los motivaron a conocerlo. Yo comencé porque me encantó ver a una persona practicarlo, no sabía que existía. Pero el hecho de observar y sentir la armonía que me llegó visualmente, me llamó la atención y me cautivó. En China, las personas parten siendo niños.
La búsqueda personal de técnicas de meditación, desarrollo y conexión espiritual por diversas razones personales, nos llevan a querer conocer y practicar Tai Chi o Yoga».

¿Cómo podemos practicar el Tai Chi?
VL: «Para practicarlo hay que aprender con una persona que no sólo sepa la forma o serie de movimientos, sino que además pueda transmitir su profundidad. Durante bastante tiempo se necesita de esa guía. También es importante ser constante y perseverante, pues es un camino largo de aprendizaje. No existe aquí el decir ‘ya me lo sé'».
Un mensaje para las lectoras y lectores de Agenda Pichilemu
VL: «Hay personas que no sintonizan con la práctica de Tai Chi porque son movimientos lentos. Justamente, es lo que más necesitan. Calmar, aquietar y ahorrar energía. El ahorro de energía, de Chi, y de Jing (la esencia vital) nos permite cuidarla y mejorar su calidad. Además de cambiar del aceleramiento a la calma, trae consigo el desarrollo de una mente más clara para resolver situaciones , algo que se nos presenta muchas veces , sino todos los días. Nos posibilita también el equilibrarnos. Sentir el balance. En rápido no alcanzamos a ver y sentir aquello que queremos ver y sentir. Esto no quiere decir que sólo hagamos prácticas lentas, o que vivamos el día a día super lento. Lo importante es que después de una práctica adrenalínica como el surf, o el correr, o andar rápido por la vida, ir a la calma y conectarse hacia adentro.
Se dice que quienes practican toda la vida Tai chi son personas longevas. Hay casos en que sí ocurre, pero lo que para mí tiene sentido no es vivir más años, 100 o 90, sino, mejorar y mantener nuestra calidad de vida, mantener el cuerpo sano y la mente tranquila, abriéndole el camino al espíritu, a lo que realmente somos. Si tenemos alguna dolencia, estar bien y no vivir en función de ella, porque no somos el cuerpo y no somos la mente. Somos mucho más que eso. Ese «Eso», el amor, la compasión desde el Ser, nuestro Espíritu, es lo que de verdad tenemos que cultivar para que nuestro paso por este mundo haya valido la pena.
El Tai Chi es una gran herramienta para ello, y al practicarlo nos armonizamos, armonizamos el entorno. Conlleva la paciencia, la perseverancia y el compromiso».