Los vehículos motorizados están causando graves daños en la fauna nativa de Pichilemu, particularmente, en aves playeras. Éstos transitan sobre dunas y playas con absoluta libertad y nula fiscalización de autoridades locales.
El sector de Chorrillos, pese a la pandemia, estas últimas semanas ha recibido muchas visitas y las camionetas están causando serios estragos para las aves nativas del sector: Pilpines, zarapitos, cormoranes y playeros, están muriendo debido a los atropellos vehiculares. Hay testimonios incluso de carreras clandestinas, de personas que sin misericordia transitan con sus vehículos motorizados sobre aves y sitios de nidificación.
En Chile, desde enero de 1998, existe la prohibición del ingreso y tránsito de vehículos motorizados a las playas, dunas costeras, litorales, ríos y lagos, como medida para prevenir accidentes y daños al medio ambiente, personas y bienes. Así lo declara la Orden Ministerial N°2 del Ministerio de Defensa y la -entonces- Subsecretaría de Marina, la cual también considera “que la sensibilidad geomorfológica de estos tipos de suelo no permite una adecuada y pronta recuperación de sus capas vegetales, flora y fauna, la que se ha visto afectada con el ingreso y tránsito de vehículos en estos espacios, provocando daños al medio ambiente del litoral, sus playas, terrenos de playas y terrenos de playa de ríos y lagos”.
El mandato ordena “a la autoridad competente, velar por el estricto cumplimiento de la prohibición de ingreso y tránsito de vehículos por las arenas de playa, terrenos de playa, dunas costeras y demás bienes nacionales sometidos a la competencia de este ministerio”. Y agrega: “Se exceptúan del ámbito de aplicación de la presente orden ministerial, el ingreso y tránsito de vehículos en labores de mantención o aseo, vigilancia, fiscalización, seguridad y socorro, así como las actividades debidamente autorizadas”.
Las Capitanías de Puerto son 64 a nivel nacional, quienes manejan la infracción para luego derivarla al Juzgado de Policía Local”. Cada una cuesta unos $126.000, “debido a que también afectan a la vida de aves que tienen sus nidos en el sector, por lo tanto, estas fiscalizaciones tienen un motivo policial y medio ambiental”. Actualmente los lugares donde se cursan más partes son en la de Quintero y Villarrica. En Pichilemu, no se cursan partes en la materia, razón por la cual, ni aparece en las estadísticas nacionales.
A través de turismo y medio ambiente, se podrían formar alianzas estratégicas en la capital provincial. Sin embargo, no hay protección efectiva al patrimonio natural de Pichilemu y otro foco de la polémica es la gran cantidad de basura que dejan los visitantes o residentes en el sector.